miércoles, 9 de febrero de 2011

EL MILAGRO, Power Balance

Power Balance Australia admite que las propiedades atribuidas a sus productos no tienen base científica.

Power Balance Australia ha admitido que las propiedades atribuidas a sus productos no tienen base científica, después de la intervención de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC, en sus siglas en inglés). La empresa ha reconocido que puede estar vulnerando la sección sobre conductas engañosas del Acto de Prácticas de Comercio en ese país.

La ACCC ha obligado a la compañía comercializadora de las pulseras Power Balance en Australia a eliminar los reclamos engañosos sobre las supuestas propiedades beneficiosas de sus productos y a ofrecer a los consumidores que se sientan engañados el reembolso del dinero.

"Los proveedores de este tipo de productos deben asegurar que no están atribuyéndose supuestos beneficios cuando no existen evidencias científicas que los apoyen", ha declarado el presidente de la ACCC, Graeme Samuel.

"Los consumidores deberían ser cautelosos con otros productos similares en el mercado que hagan reclamos insustanciales, cuando puede que no sean más beneficiosos que una banda de goma", ha dicho Samuel.

Anuncio correctivo

Power Balance Australia ha sido obligada por la ACCC a insertar un anuncio correctivo en distintos medios de comunicación previniendo a los consumidores sobre lo engañoso de sus reclamos publicitarios. 

"Admitimos que no existe evidencia científica creíble que apoye nuestros reclamos y por ello hemos incurrido en una conducta engañosa", dice el anuncio. "Si usted se siente engañado por nuestras promociones", continúa el anuncio, "queremos disculparnos profusamente y ofrecer un reintegro completo".

sábado, 5 de febrero de 2011

“Otro Sol” con seis planetas

Utilizando el telescopio espacial Kepler de la NASA, un equipo internacional de científicos ha descubiertoun sistema planetario muy compacto formado por una estrella parecida al Sol, llamada Kepler-11, y seis planetas, según publica esta semana la revistaNature. 

Según la NASA, este sistema contiene los primeros planetas de un tamaño parecido a la Tierra, y entre ellos los primeros orbitando en la denominada zona habitable, una región a una distancia de su estrella suficiente como para que pueda existir agua líquida en su superficie. Los cinco planetas interiores del sistema Kepler-11 poseen entre 2,3 y 13,5 veces la masa de la Tierra. Sus periodos orbitales son de menos de 50 días, por lo que orbitan dentro de una región que podría compararse con la órbita deMercurio en el Sistema Solar. El sexto planeta es mayor y está más alejado, con un periodo orbital de 118 días y una masa indeterminada. Según ha explica Jonathan Fortney, coautor del estudio, "de los seis planetas, los más masivos son posiblemente como Neptuno y Urano pero los tres con menos masa son distintos a los existentes en el Sistema Solar". 

Para medir la masa de los nuevos planetas, los científicos han utilizado una nueva técnica basada en susinteracciones gravitacionales. "No sólo es un sistema planetario asombroso, también valida un nuevo método para conocer las masas de los planetas" aclara Daniel Fabrycky, investigador de la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos) y coautor del estudio. 

Como en el caso del Sistema Solar, todos los planetas de Kepler-11 orbitan más o menos en el mismo plano. Este descubrimiento refuerza la idea de que los planetas se forman en discos aplanados de gas y polvo que giran alrededor de una estrella, y el patrón de disco se mantiene después de que los planetas se hayan formado. "Las órbitas de nuestro sistema solar inspiraron esta teoría en un principio y ahora tenemos otro buen ejemplo", señala Fabrycky. 

Las densidades de los planetas proporcionan pistas sobre sus composiciones. Los seis planetas tienen densidades inferiores a la de la Tierra. Parece que los dos más interiores podrían estar formados principalmente de agua, con posiblemente una fina capa de gas de hidrógeno-helio en la superficie, como mini-Neptunos. "Los que están más alejados tienen densidades menores a la del agua, lo que parece indicar atmósferas de hidrógeno-helio", explica Fortney. Esto sorprende a los investigadores porque un pequeño planeta caliente tendría difícil mantener una atmósfera ligera. 

Una de las razones que hacen tan importante el descubrimiento es que permite a los investigadores realizar comparaciones entre los planetas de un mismo sistema. "Con la comparativa de planetas hemos comprendido nuestro sistema solar por ello es mucho mejor que descubrir más Júpiter calientes en solitario alrededor de otras estrellas", señala Fortney.